La infección por Trichomonas Vaginalis o tricomoniasis es una enfermedad casi exclusiva de transmisión sexual, asintomática en al menos el 50 % de las mujeres y en el 80 % de los hombres. Junto con la clamidia y la gonorrea, la tricomoniasis representa una de las tres enfermedades de transmisión sexual o ETS más frecuentes entre los españoles.
“Cada año se producen 448 millones de nuevos casos de enfermedades de transmisión sexual provocadas por infecciones de bacterias o virus. Son uno de los problemas frecuentes y universales de salud”, afirma el doctor Manuel del Río Andreu, urólogo de Quironprevención.
Y es que, según mantiene este especialista, la elevada morbilidad y la posibilidad de secuelas de las ETS, tanto a medio como a largo plazo, hacen que los profesionales de la salud deban tener unos conocimientos básicos, pero suficientes para el correcto manejo de estas, tanto en su prevención y abordaje como en el diagnóstico, el tratamiento, la búsqueda de contactos y el seguimiento.
Cómo sospechar si es tricomoniasis
De forma característica la tricomoniasis en las mujeres se presenta con irritación de la zona afectada con flujo vaginal con olor desagradable, de color inusual, tipo claro, amarillento o verdoso, también pueden presentar ardor, enrojecimiento o picazón en los genitales, así como molestias al orinar y durante las relaciones sexuales.
En el caso de los hombres, pueden sentir picazón o irritación dentro del pene, así como ardor después de orinar o de eyacular, aparte de alguna secreción uretral.
Ahora bien, desde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) norteamericanos señalan que los síntomas de la enfermedad pueden variar, y la mayor parte de los hombres y de las mujeres que tienen el parásito no saben que están infectados.
Uno de los peligros de la tricomoniasis es que puede aumentar el riesgo de propagación de otras ETS, al mismo tiempo que las mujeres embarazadas pueden tener más posibilidades de parto prematuro y bebés con bajo peso al nacer.
La transmisión de tricomoniasis, una ETS curable
El doctor del Río recuerda que se trata de una enfermedad curable, siendo más frecuente en las mujeres que en los hombres, y además las personas mayores son más propensas que las más jóvenes.
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“La infección se transmite de una persona infectada a otra que no lo está a través de las relaciones sexuales. En las mujeres, lo más habitual es que se vea afectada la parte baja del aparato genital (vulva, vagina o uretra), mientras que en los hombres afecta más a la parte interna del pene o uretra”, añade este experto.
Eso sí, de manera infrecuente puede que este parásito se transmita a otras partes del cuerpo como las manos o la boca y el ano, y actualmente no está claro por qué hay personas que presentan síntomas mientras que otros no, aunque los infectados en todos los casos pueden transmitir la enfermedad.
Los CDC norteamericanos agregan en este sentido que algunas personas presentan síntomas hasta 28 días después de haberse infectado, otras incluso más tarde, y los síntomas pueden aparecer y desaparecer.
Esta patología, prosigue el doctor del Río, está descrita en asociación con cuadros de vaginosis bacteriana, infecciones por clamidia, gonococo, VHS, sífilis y VIH, del que facilita su transmisibilidad y adquisición.
Diagnóstico y tratamiento
Dado que, en gran parte de los casos, la tricomoniasis es difícil de diagnosticar a partir de los síntomas, el urólogo de Quironprevención subraya que en ambos sexos lo idóneo es la realización de un examen y de una prueba de detección al microscopio del parásito en los exudados.
“Durante los últimos años, las pruebas de detección por PCR han pasado a ser la técnica de elección en los casos sospechosos sin confirmación microscópica , pudiendo realizarse en secreciones vaginales (exudado endocervical o uretral) y en orina”, añade.
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Además, señala que entre las pruebas de enfermedades de transmisión sexual disponibles actualmente para la detección, el desarrollo de las técnicas basadas en la amplificación de ácidos nucleicos ha sido un importante avance en el diagnóstico de las ETS más comunes.
“Debido a que la amplificación es extremadamente sensible y altamente específica, ofrece la posibilidad de ser aplicada a técnicas no invasivas, pudiéndose aplicar en poblaciones que, por ser asintomáticas, no sería posible abordar de otra manera”, agrega.
Sobre el tratamiento de la tricomoniasis, consistente en la toma de antibióticos, reconoce este experto de Quironprevención, que está recomendado tanto en los pacientes sintomáticos como en los asintomáticos, así como en sus parejas sexuales, siendo aconsejable realizar un cribado que descarte la coexistencia de otras ETS.
De cara a prevenir el contagio, el doctor Manuel del Río recuerda la importancia del empleo de preservativos de látex durante las relaciones sexuales, aunque admite que estos no garantizan la plena cobertura de la zona que puede infectarse; es decir, reducen enormemente pero no eliminan las posibilidades de contagio.